Adolescentes


    La llegada de la adolescencia es un momento que preocupa a muchos padres. Es una época compleja, de transición, de búsqueda, de autodescubrimiento…

     De pronto, de la noche a la mañana, a aquel pequeñajo que no se despegaba de nuestro lado ahora le da corte que le demos un beso en público, la que siempre estaba dispuesta a ir de paseo con papá y mamá ahora se aburre y prefiere quedarse en casa, el que siempre contaba sus aventuras en el cole a la hora de comer ahora está callado y de mal humor. ¿Qué está pasando? Se llama adolescencia, y sí, no va a durar para siempre.


«…de la noche a la mañana, a aquel pequeñajo que no se despegaba de nuestro lado ahora le da corte que le demos un beso en público…»

     Normalmente los cambios que se experimentan en esta época son totalmente normales y no suelen necesitar asistencia psicológica. Sin embargo, hay ocasiones en las que ese cambio en el adolescente provoca una afectación muy significativa en la calidad de vida familiar y, por supuesto, en la calidad de vida de nuestro propio hijo. Si a esto le sumamos que en muchas ocasiones no hay conciencia del problema por parte del adolescente, todo se complica mucho más.

   Afortunadamente, no siempre la adolescencia genera per se cambios emocionales y comportamentales que tengan que ser objeto de terapia psicológica. Sin embargo, en todas las épocas de la vida se puede ser susceptible a desarrollar algún tipo de psicopatología, y la adolescencia no es una excepción. En este caso, el tratamiento debe adaptarse a las particularidades concretas de este periodo vital. Es necesario que el psicólogo logre ganarse la confianza del adolescente, convirtiéndose en un aliado para él, en alguien en quien pueda confiar, en alguien que no va a juzgarle.


«Es necesario que el psicólogo logre ganarse la confianza del adolescente…»

     Si hay algún adolescente en tu vida que creas que necesita ayuda, contacta con Capote Psicología y te guiaremos sobre cuál es la mejor manera de traerlo a consulta. No es infrecuente que el adolescente se niegue a acudir, por ello es importante que primero sepas cómo abordar el tema en casa.



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